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Lenguaje corporal del gato (2a parte)


Las orejas


Cuando un gato está feliz, sus orejas permanecen erguidas y se mueven constantemente, girando hacia cada sonido que perciben.


Si el gato está asustado o se siente en una situación de defensa, aplana sus orejas hacia los costados, indicando sumisión.


En cambio, un gato molesto o enojado proyecta sus orejas hacia adelante en forma de ángulo, mostrando su disposición a la agresión.


Los bigotes


Además de ayudarles a medir espacios y distancias, los bigotes reflejan el estado de ánimo del gato.


Cuando está relajado, sus bigotes se dirigen suavemente hacia los costados.


Si está contento o curioso, extiende sus bigotes completamente hacia adelante, posicionándolos frente a su hocico conforme aumenta su interés.


Por el contrario, si siente miedo, está irritado o enfermo, retrae sus bigotes hacia atrás, pegándolos a sus mejillas.


La boca


Los gatos raramente usan la boca para mostrar agresividad.


Un bostezo suele ser un gesto de calma y no amenaza.


Cuando se sienten amenazados, pueden sisear con la boca abierta como señal de defensa, mientras que los gruñidos surgen con la boca apenas entreabierta.


A diferencia de los perros, cuando un gato enseña los dientes no es un gesto de amenaza, sino parte de su manera de analizar los olores a su alrededor.


Otras señales corporales


El ronroneo


Generalmente indica que el gato está contento, aunque también puede ronronear en anticipación de algo que le agrada, como cuando le preparas su comida o te acercas para acariciarlo. En algunas ocasiones, incluso un gato asustado o con dolor puede ronronear.


Maullido silencioso


A veces, tu gato se acercará, girará ligeramente la cabeza, abrirá la boca y emitirá un sonido muy suave, casi imperceptible. Es su forma de pedir algo de manera tierna, como diciendo “¡por favor!”.


Frotarse


Cuando un gato se frota contra ti y enrosca su cola alrededor de tus piernas, está evaluando tu estado de ánimo y saludándote.


Si se frota con su cuerpo o con los lados de su cara, está dejando su olor para marcar territorio, pero si lo hace con su frente o su nariz, es una auténtica muestra de cariño.


 

Si le gritas y él sabe que ha hecho algo indebido, puede agacharse como señal de rendición, reconociendo que estás molesto.


En caso de que el gato esté enojado contigo, puede alejarse con la cola en alto y sacudir una de sus patas traseras, como diciendo: “¡ya tuve suficiente, me voy!”.

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